Francia se prepara para un nuevo confinamiento por el crecimiento de los casos de coronavirus
Francia se prepara para un nuevo confinamiento para el fin de semana ante la explosión del coronavirus, que crece exponencialmente. Con 52.000 casos en un solo día, tres posibilidades de confinamiento son analizados por el presidente Emmanuel Macron y sus ministros. Serían anunciadas el jueves.
Bajo enorme presión ante un virus sobre el que se pierde el control y ante la posibilidad real de ver hospitales saturados, el gobierno estudia tres escenarios a aplicar. Un confinamiento total, un confinamiento local, en zonas donde el virus explota, y reconfinamientos locales adaptados. Ellos incluyen un toque de queda alargado, que podría comenzar a las siete de la tarde, o un confinamiento durante el fin de semana.
Una discusión que se realizó durante un almuerzo del lunes entre el jefe de estado y su primer ministro, Jean Castex. Este martes el presidente encabezará dos consejos de defensa, una pequeño y uno ampliado, para decidir qué medidas de restricción definitivas se aplican.
Los otros interrogantes son si hay que cerrar los establecimientos escolares después de las vacaciones de la Toussaint, que finalizan el primer fin de semana de noviembre y si el teletrabajo debe ser obligatorio para todos los franceses o solo donde el virus explota.
Desde el viernes, el presidente advierte a los franceses que la situación se endurece. “No hay más opción. Hay que preservar vidas humanas”, alertó. Anuló su desplazamiento de este martes a Creusot en Saone y Loire para dedicarse a la gestión de la crisis sanitaria.
Frente a los 52.000 casos diarios, el jefe de Estado tiene una particular atención a tres indicadores: la tasa de incidencia (número de infectados cada 100.000 habitantes), la tasa de positivos en los test y la tasa de ocupación en las salas de terapia intensiva.
“En este momento, las tres explotan”, reconoció un consejero presidencial.
El primer ministro Jean Castex consultó las futuras medidas con los líderes de la oposición, con los de la Asamblea Nacional y la Cámara de Senadores más los gremialistas y empresarios.
Los principales ministros involucrados directamente en la crisis sanitaria serán recibidos el miércoles, en el palacio de Matignon, para ser informados por el premier de lo que se ha resuelto. Las medidas serían anunciadas el jueves.
¿Más toque de queda?
El reconfinamiento parece inevitable frente a estas cifras de contagio. En esta ocasión cerrarían las universidades para evitar la contaminación y más centros de infección. Pero no las escuelas y liceos.
Una hipótesis que privilegia el gobierno es extender el toque de queda entre las 7 de la tarde a las 6 de la mañana y confinar el fin de semana, más la obligación forzosa del teletrabajo.
Una posibilidad más extrema no está excluida: confinamientos locales de 2 a 4 semanas en las zonas más contaminadas. Una cosa es segura: “No será el confinamiento del mes de marzo”.
“Hay una urgencia absoluta. Si no reaccionamos, seremos desbordados”, se inquietan en los alrededores del presidente Macron.
Una certeza que se reconfirmó, tras su visita al Hospital Nord en Marsella, donde el personal hospitalario le advirtió “la gravedad de la situación”.
El virus ha vuelto con tres veces más fuerza que en marzo y abril. Ellos creían que el virus se iba al comienzo del verano y Francia se relajó con las vacaciones. El regreso fue fatal.
La intención es mantener reabierta la economía pero limitar los contactos sociales. Ese confinamiento del week end les dejaría un margen de acción para el mes de noviembre, que el primer ministro Castex ya ha descripto que “será aterrador”.
Actualmente hay 46 millones de franceses en 54 departamentos bajo restricciones como el toque de queda .
El proyecto del gobierno es obtener una Navidad y un fin de año con cierto grado de normalidad.
Los empresarios alertan sobre un colapso de la economía. El primer ministro cree que ha llegado el tiempo de discutir y asociarse.
El presidente del Consejo Científico, Jean Francois Delfraissy estima que “la situación sanitaria es difícil, crítica”. Para él es necesario una amplificación del toque de queda para enfrentar “una segunda ola brutal”.
“Nosotros habíamos previsto una segunda ola pero nosotros mismos estamos sorprendidos por la brutalidad de lo que está pasando en estos 10 días. La segunda ola va a ser más fuerte que la primera. Muchos de nuestros conciudadanos no tienen todavía conciencia de lo que nos espera”, asegura.
Estima que se llegará a 100.000 casos al día, después de cifras inéditas de 50.000 casos en 24 horas. Para el hay dos hipótesis: un toque de queda masivo, “que sea extendido a todo el territorio nacional” y que “se pueda poner en marcha el fin de semana”.
“Después de 15 días, podrán ver si están en el buen camino y si no es bueno, ir al confinamiento total”, explicó. “La segunda hipótesis es ir al confinamiento total, menos duro que el del mes de marzo, que permitirá a la vez trabajar, probablemente conservar una actividad escolar y un cierto número de actividades económicas, podría ser más corto y las condiciones serían diferentes porque al desconfinar podrían pasar a un toque de queda”, continuó.
Pero los científicos asesoran y son los políticos los que deben decidir. La segunda ola esta invadiendo a Europa a una velocidad extrema: desde Italia y Checa, a Alemania, Francia, España, Austria y Gran Bretaña. Va a durar varias semanas o incluso uno o dos meses.
Las vacaciones de Noel pueden ser digitales. Para los especialistas se ha perdido el control de la epidemia y recuperarlo, será un deber y responsabilidad de toda la población.
Fuente: clarin