Con una nueva fractura en el oficialismo, el Senado convirtió en ley el acuerdo con el FMI
El proyecto recibió 56 votos a favor, 13 en contra y 3 abstenciones. Fue acompañado por la mayoría del Frente de Todos y por Juntos por el Cambio. Cristina Kirchner estuvo ausente durante la votación. Punto final a un debate de alto voltaje.
Con una nueva fractura oficialista que profundizó una interna cada vez más cruda, el Senado convirtió en ley el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ahora deberá ser refrendado por el board del organismo para comenzar el refinanciamiento de la deuda de 45.000 millones de dólares.
El proyecto fue aprobado con 56 votos a favor, 13 en contra y 3 abstenciones. El apoyo provino de 20 de 35 integrantes del Frente de Todos, y de 32 de 33 miembros de Juntos por el Cambio.
Los tres senadores por Córdoba, Luis Juez y Cármen Álvarez Rivero, del PRO; y Alejandra Vigo, de Córdoba Federal, respaldaron la iniciativa.
También votaron afirmativamente los aliados oficialistas Clara Vega (La Rioja), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Magdalena Solari Quintana (Misiones), y la schiarettista Alejandra Vigo.
Los votos en contra fueron de Oscar Parrilli (Neuquén), Juliana Di Tullio (Buenos Aires), Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), Martín Doñate (Río Negro), Eugenia Catalfamo (San Luis), Nora del Valle Giménez (Salta), Ana María Ianni (Santa Cruz), María Inés Pilatti Vergara (Chaco), Mariano Recalde (CABA), Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), Guillermo Snopek (Jujuy), Matías Rodríguez y Eugenia Duré (Tierra del Fuego).
Los senadores “rebeldes”, identificados con la vicepresidenta Cristina Kirchner, unificaron un discurso contra la “deuda odiosa”, la “estafa” del expresidente Mauricio Macri y la fuga de capitales de los “amigos del poder”.
Del otro lado, la oposición hizo gala de su “responsabilidad institucional” para facilitar la ley y no empujar el default, a tan solo cinco días de un vencimiento impagable. En Juntos por el Cambio hubo un apoyo unánime salvo por la neuquina Lucila Crexell, que se abstuvo.
El interbloque opositor no solo garantizó más votos que el oficialismo: de los 40 senadores anotados en la lista de oradores, Juntos por el Cambio aportó 23, y el Frente de Todos, 14. Hubo silencios notorios, como los de los ultrakirchneristas Parrilli y Fernández Sagasti.
Con la sanción agónica de la ley, el Frente de Todos puso punto final a un debate de alto voltaje político. En tan solo dos semanas, la alianza expuso como nunca sus divisiones internas, mientras que la oposición unida demostró su poder de fuego para imponer cambios al texto original y no quedar atada al plan económico del Gobierno.
Todas las miradas se posaron sobre Cristina, que estuvo presente para abrir la sesión y, apenas inició el debate, se retiró a sus oficinas y dejó la conducción en manos de la presidenta provisional, Claudia Ledesma Abdala. Durante la tarde la vicepresidenta volvió solo una vez al recinto, y finalmente estuvo ausente en la votación.
Al cierre del debate, el jefe del bloque oficialista, José Mayans, confesó: “A este país lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie. Nosotros dijimos que volvimos para ser mejores, hasta ahora no lo logramos… pero si vuelven ustedes para hacer más rápido… no hay quien supere eso”.
A su turno, el titular del interbloque Juntos por el Cambio, Alfredo Cornejo, manifestó: “No creemos que por esta aprobación la Argentina cambie de la noche a la mañana, pero sí estamos contribuyendo con el país (y no con el Gobierno) a no entrar en default, que no es poca cosa”.
“No se puede tener un comportamiento adolescente ni jugar con fuego. Los sectores que aportaron al triunfo del Frente de Todos apostaron al default”, lanzó por su parte el presidente del bloque radical, Luis Naidenoff.
Más temprano, Martín Lousteau (UCR) citó irónicamente al camporista Eduardo “Wado” De Pedro, quien durante una entrevista al diario El País de España aseguró que “el acuerdo con el FMI evita la catástrofe económica en Argentina”. El economista también acusó a Cristina de haber fugado divisas al exterior, según ella misma escribió en su libro “Sinceramente”.
La grieta oficialista
“No voto en contra del Gobierno, del presidente ni de la vicepresidenta. No voto en contra del Frente de Todos, al que pertenezco y estoy orgullosa de representar. Voto en contra de la deuda ilegítima que dejó Macri y del FMI. Las deudas se honran, pero las estafas se denuncian, se investigan y se condenan”, fundamentó la oficialista salteña Nora del Valle Giménez, una de las “rebeldes”.
Otra disidente fue la puntana Eugenia Catalfamo, representante del gobernador Alberto Rodríguez Saá, quien advirtió que “la deuda que contrajo Macri no se utilizó para absolutamente nada, solo para beneficiar a unos pocos amigos del poder y condenar por décadas a las futuras generaciones”.
En la misma sintonía, la neuquina Silvia Sapag denunció que se trata de una “deuda odiosa” porque “están en connivencia quien otorga el crédito y quien lo pide”. “Estamos discutiendo cómo pagar 57.000 millones de pesos, de los cuales 41.000 millones ya se habían fugado al año y cuatro meses. Fue el plan perfecto”, sentenció.
Otra kirchnerista, la chaqueña María Inés Pilatti Vergara, le habló a la oposición: “No se preocupen por el Frente de Todos, no se preocupen por el Gobierno. Nadie más que nosotros, los peronistas, padece las consecuencias de nuestras desuniones momentáneas. Después de los cuatro años de gobierno de Macri, nunca más nos vamos a dejar que vuelvan”.
La flamante ley consta de un solo artículo que avala la operación de crédito público con el FMI para cancelar los vencimientos del acuerdo Stand By firmado por Macri. Además, se faculta al Poder Ejecutivo a aplicar las medidas necesarias para cumplir con los compromisos asumidos. De ese modo, el Congreso se excusó se avalar el plan económico acordado con el Fondo.
Ahora, el directorio ejecutivo del FMI considerará el acuerdo para su aprobación definitiva, y luego se concretará el primer desembolso. El resto se hará luego de completarse cada una de las diez revisiones trimestrales, que se realizarán durante dos años y medio.
Los votos positivos de los cordobeses
Luis Juez (PRO). “Nunca pensé que mi primer voto en esta nueva gestión en el Senado iba a ser para acompañar una decisión del Gobierno. Pero es una decisión que este país se merece y hay un criterio de responsabilidad. Estamos viviendo un momento complejo con un presidente extremadamente débil, por errores propios y ajenos, pero muchos propios, que han debilitado la palabra presidencial. Imagínense a este país en default”.
Alejandra Vigo (Córdoba Federal). “Este acuerdo es una herramienta específica del Ejecutivo nacional, ya que la negociación con el Fondo y las consecuencias son responsabilidad excluyentes del Gobierno nacional. Evita el default, pero es aún más cierto la gravedad de los problemas que se nos están por caer en la cabeza. Este entendimiento será una curita sobre un cáncer si no se toman otras medidas complementarias para resolver los problemas del país”.
Carmen Álvarez Rivero (PRO). “La gente está cansada de tanta traba, de tanto impuesto, de que nada funcione y de que sea tan difícil progresar. La prueba está en cómo se nos están yendo nuestros hijos. Tenemos que ser más austeros. No podemos gastar más de lo que tenemos. No podemos dejar caer a nuestro país en default, porque el default sería peor para nuestra gente. Voy a apoyar el proyecto, pero no apruebo este acuerdo”.
Fuente: lavoz.com