Absolvieron a los hermanos acusados de iniciar un incendio forestal en Casa Grande en 2020

La Cámara Criminal y Correccional de Cruz del Eje absolvió esta semana a los hermanos Carlos y Miguel Farías, ambos oriundos de Valle Hermoso, quienes fueran acusados de ser los autores materiales del incendio forestal en el Cerro Sapo, de la Comuna de Casa Grande, el 25 de agosto de 2020.

Los jóvenes, de 20 y 28 años, llegaron a juicio oral imputados bajo la carátula de “incendio doloso” y finalmente este martes recuperaron la libertad tras permanecer casi un año y dos meses detenidos en el establecimiento Penitenciario de Cruz del Eje. La liberación se produjo luego de que el juez Ricardo Py determinara la “duda insuperable” sobre su responsabilidad en los hechos.

El fundamento del requerimiento de elevación a juicio de la Fiscalía de Instrucción de Cosquín indicaba que los hermanos habían iniciado el fuego con el objetivo de generar una “desvalorización de los campos de sus vecinos, por enemistad con los mismos”. Sin embargo, este argumento no pudo ser comprobado y, según el abogado defensor Nicolás Cerrito, “fue inventado” por los efectivos policiales de la comisaría de Valle Hermoso que “llevaron adelante la investigación con muchos errores”.

“Estamos satisfechos con el resultado porque consideramos que se hizo justicia. Esa supuesta enemistad fue inventada por los policías. De hecho, en la audiencia de debate se sentaron el dueño del campo afectado y propietarios de campos linderos, y en ningún momento manifestaron esa enemistad. Incluso, el incendio se dio cerca del campo de su padre, por lo que resulta ilógico que hayan prendido fuego teniendo en cuenta que, si el viento rotaba, podía afectar también esa propiedad”, señaló a La Estafeta Cerrito.

El abogado de los acusados criticó duramente el trabajo de investigación realizado por los efectivos policiales. Al respecto, agregó: “Durante la audiencia surgieron muchos errores en la instrucción. No de la Fiscalía, sino de los policías de la comisaría de Valle Hermoso que se les dio la confianza para avanzar sin ningún control. Llamó la atención que los testigos nunca fueron citados a declarar a la Fiscalía, sino que iban a la comisaría y no les hacían firmar actas. Tampoco había control en la desgrabación de las intervenciones telefónicas, de las que no se presentaron audios en la audiencia. Se observó claramente que había mala fe por parte de los policías”.

Los fundamentos de la absolución serán leídos el próximo 14 de diciembre y, una vez que la sentencia quede firme en segunda instancia, Cerrito no descartó que se inicie una demanda civil para “determinar las responsabilidades” por los casi 14 meses que los hermanos permanecieron detenidos.

 

Fuente: La Estafeta Online

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