Transporte. Aoita acordó una suba del 37% a enero y se despeja la posibilidad de un paro de interurbanos
Los choferes percibirán cuatro aumentos consecutivos no remunerativos entre octubre y enero. Ese mes, la suba pasará al básico.
El gremio de los choferes del servicio de transporte interurbano de pasajeros y las empresas del sector llegaron este lunes a un acuerdo paritario y con ello se despejó la posibilidad de alguna medida de fuerza, al menos hasta comienzos del año que viene.
El acuerdo firmado por Aoita contempla cuatro subas consecutivas no remunerativas que a finales de enero de 2025 acumularán un incremento salarial del 37%.
El primer aumento será del 21,5% a cobrar con los salarios de octubre; que se elevará al 27% en noviembre; al 32% en diciembre; para completar un incremento acumulado del 37% en enero del año que viene.
En ese primer mes de 2025, la suba completa acordada ayer pasará al salario básico de los choferes y demás trabajadores del servicio interurbano.
Además, el gremio y las empresas acordaron un bono compensatorio del medio aguinaldo de aproximadamente unos $ 150 mil (equivalente al 50% del aumento percibido en diciembre), monto que no obstante aún debe terminar de definirse y que se cobraría a fin de año.
“Estamos satisfechos. La negociación fue muy larga, pero en general fue aceptada por los delegados de la mayoría de las empresas”, dijo Claudio Luna, secretario gremial de Aoita.
De esta manera, el salario básico en bruto de la categoría más alta llegará en enero a $ 1,3 millones, mientras que el de la categoría más baja rondará el millón de pesos.
En toda la provincia de Córdoba, Aoita representa a unos 3.800 trabajadores, entre choferes, mecánicos y personal de otras áreas del servicio de transporte interurbano.
Un año muy conflictivo
Los problemas en el servicio interurbano de pasajeros –tanto salariales como de otros órdenes– vienen desde hace mucho tiempo, pero en el último año se habían agudizado.
Por un lado, las negociaciones paritarias entre Aoita y las empresas transportistas venían hasta ayer muy complicadas, teniendo un 2024 para el olvido.
De hecho, ya en abril pasado el gremio de los choferes concretó tres días de paro que complicaron sobremanera a los usuarios de la provincia. El trabajoso acuerdo recién se zanjó entonces gracias a un adelanto en el pago de los boletos sociales por parte del Gobierno provincial a las empresas, lo que permitió mejorar la oferta salarial a los choferes, quienes merced a ello terminaron levantando las medidas de fuerza.
Al comenzar julio, un nuevo conflicto entre el sindicato y las empresas derivó en otras dos jornadas de huelga, justo en el inicio de las vacaciones de julio.
Luego, a mediados de septiembre, las propias prestatarias del servicio amenazaron con dejar de recibir el Boleto Educativo Gratuito (BEG), que utilizan miles de estudiantes, docentes y no docentes de distintos niveles en la provincia, lo que encendió las alarmas en todo el sistema educativo.
La amenaza no llegó a concretarse tras la firma de una suerte de “tregua” de 15 días entre la Secretaría de Transporte de la Provincia y las empresas, pero lo cierto es que dicho conflicto no se ha solucionado de manera definitiva.
Más cerca en el tiempo, la semana pasada Aoita había vuelto a la carga con un pedido de recomposición salarial, con todas las instancias de conciliación vencidas y otro paro en ciernes que volvería a afectar a cientos de miles de usuarios.
Por suerte, la paritaria salarial se cerró y no habrá nuevas medidas de fuerza, al menos hasta febrero de 2025. No obstante ello, todos los actores del sector –choferes, empresas y hasta el mismo Gobierno provincial– coinciden en que el sistema interurbano atraviesa una de las peores crisis de su historia.
Boleto carísimo
A todo esto, este 2024 súper conflictivo se vivió con un servicio cuya tarifa se encareció notablemente, con un alza acumulada en el año del 359%, muy por arriba de la inflación general en bienes y servicios.
En enero los boletos interurbanos subieron un 97,4%. En febrero, se aplicó el segundo incremento, que fue de 44,28%. Luego, en marzo, el Ersep autorizó otro ajuste, del 32,8%. El pasado 10 de mayo, la tarifa se incrementó en un 11%. Y en junio subió otro 9,29%.