Rescatistas debían $ 200 mil y apareció un donante misterioso inspirado en “Los Simuladores”
Estaban por cerrar la fundación Orejitas Callejeras de Tucumán y lanzaron una campaña en Facebook para recaudar. Un anónimo les preguntó cuánto debían y si habían visto la serie. Pensaron que era broma.
La Fundación Orejitas Callejeras había anunciado su desaparición a principios de noviembre en Tucumán por haber acumulado una cuantiosa deuda con veterinarias, pero un donante anónimo inspirado en la serie de televisión “Los Simuladores” apareció y, sin dar nombre, pagó los $200 mil pesos para que la organización siga funcionando.
“Una persona nos preguntó cuánto debíamos y en dónde estaba cada deuda; después nos dijo si habíamos visto Los Simuladores”, contó Bárbara Artero, una de las voluntarias rescatistas de mascotas de la Fundación Orejitas callejeras.
Las voluntarias pensaron que era una broma de este anónimo que se había contactado al Facebook de la fundación. “Nos dijo que le diéramos 24 horas y no volvió a contestar”, agregó.
Un donante misterioso: Los simuladores tucumanos
Un día después, el hombre se presentó a cada uno de los lugares y pagó lo adeudado por la fundación. Los propietarios de la pensión y de las veterinarias quisieron averiguar de quién se trataba, pero el sujeto prefirió no dar nombre.
Al momento de aparecer el donante misterioso, la Fundación Orejitas Callejeras de Tucumán debía 145 mil pesos en la veterinaria Casa Campo, más de 40 mil pesos en al Pensión y 5.400 pesos en la veterinaria Lola Polola, entre otros negocios. El monto rozaba los 200 mil pesos y era el acumulado de un mes nada más, informó La Gaceta.
Por esta deuda, la fundación lanzó una campaña en Facebook y logró reducir lo adeudado, pero todavía pesaban esos 200 mil pesos que hacían peligrar la continuidad de la organización que se encarga de rescatar perros y gatos de las calle, curarlos y darlos en adopción.
Tucumán: cómo era el donante misterioso
“Llegó un hombre alto, de traje, bien vestido. De una bolsa de cartón sacó todo el dinero y pagó la deuda a Orejitas”, contó Natalia Leguizamón, dueña de Casa Campo.
“Le pedí su nombre para anotarlo y avisarlo a las chicas, pero me dijo que no iba a darlo. Se dio vuelta y se fue”, precisó la veterinaria. El donante misterioso hizo lo mismo en la Pensión y en Lola Polola.
“Para nosotras es una Orejita Callejera caída del cielo, porque no entendemos tanta bondad”, dijo Artero.
Según explicaron, el “simulador tucumano”, dijo que lo hacía porque ama a los animales.
Las rescatistas contaron todo sobre el misterioso donante
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