Quedó aprobada la ley del nuevo régimen para el personal de la salud pública de Córdoba

Las modificaciones a la ley 7625 fueron aprobadas por unanimidad en general en la sesión de la Unicameral de este miércoles. Legisladores opositores plantearon disidencias en particular. En qué consisten los cambios.

La Unicameral aprobó este miércoles el proyecto que modifica varios artículos de la ley 7625, conocida como “Régimen del personal que integra el equipo de Salud Humana”.

Los cambios intentan jerarquizar las profesiones no estrictamente médicas que también se desempeñan en centros de salud dependientes de la Provincia.

Con el voto positivo de los legisladores del oficialismo mayoritario de Hacemos por Córdoba y la aprobación (con salvedades) de la oposición, se puso en marcha el nuevo régimen de equipos de salud.

La nueva ley parte de una “visión más amplia” del equipo de salud entendiendo a este grupo como “todos los agentes que intervienen en las actividades orientadas a la prevención y promoción de la salud y atención de la misma”.

Organiza al equipo de salud en cinco grupos ocupacionales, sobre la base de la formación académica y la carga horaria de las carreras que hayan cursado. Abre la puerta para que psicólogos, trabajadores sociales, terapistas ocupacionales, licenciados en bioimágenes, psicomotricistas, fisioterapeutas y fonoaudiólogos (entre otros) puedan acceder a la primera categoría y a una mejora salarial.

“Esta ley parte de la base de una definición más amplia de la salud. Los agentes de planta permanente tendrán derecho a solicitar el cambio. Este es un momento histórico”, destacó Liliana Abraham, legisladora de Hacemos por Córdoba y presidenta de la Comisión de Salud de la Unicameral.

Por su parte, la opositora Luciana Echevarría (MST- FITU), apuntó: “Llegamos a tratar esta ley por la lucha incansable del equipo de salud. Este es un reclamo histórico que entidades gremiales como la Unión de Trabajadores de la Salud vienen levantando hace años.

Echevarría calificó como “Cordobazo de salud” al movimiento que protagonizaron los trabajadores de la salud, que permitió “poner este debate sobre la mesa y conquistó la unificación, aunque el gobierno, fiel a su costumbre, metió algunas trampas que hay que seguir de cerca para que no se conviertan en nuevas formas de precarización y segmentación”.

Apuros y aprobación

Si bien la oposición brindó su apoyo (con salvedades), los legisladores que tomaron la palabra rechazaron “el apuro” con el que el oficialismo quiso aprobar el proyecto.

“El Gobierno posa de democrático pero aplica criterios unilaterales”, expresó Noelia Agüero (Izquierda Socialista).

Por su parte, María Amelia Moscoso Cardoso (Encuentro Vecinal), se manifestó en la misma línea: “Tenemos observaciones que no han sido tenidos en cuenta. Hay realidades que no están contempladas. Tuvimos menos de 24 horas para armonizar los pedidos. Vamos a apoyar la ley, pero faltó tiempo”.

El reclamo de la oposición se unificó en dos puntos particulares de la ley. Uno es el que hace referencia a los “subgrupos”, una categoría que divide los agentes de salud que cumplen tareas asistenciales y las diferencia de aquellos que brindan funciones de apoyo.

“Sostener la división por subgrupos genera una desconfianza real en los trabajadores”, destacó Agüero.

El segundo punto tiene que ver con los módulos, una nueva modalidad de contratación que se habilita con la modificación de la nueva ley. “Hablar de módulos abre la puerta a la prestación privada”, sostuvo la legisladora de Izquierda Socialista.

Otros legisladores plantearon los mismos reparos a esta modalidad de contratación, por considerar que abre la puerta a una mayor precarización laboral. Este mismo planteo realizaron los consejos profesionales. A última hora, el oficialismo introdujo algunos cambios en el articulado, sacando los módulos del artículo 107 y creando un nuevo artículo 107 bis. Sin embargo, el planteo de la disidencia fue porque no se especificó bajo qué circunstancias se empleará esa forma de contratación y si eso fomentará el pluriempleo.

En el debate también se mencionó el reclamo de la Coordinadora de Trabajadores de la Salud, que promovió un paro por 24 horas justo en el día del debate.

Marcelo Cossar (Juntos, Unión Cívica Radical) se retrotrajo a la manifestación de los agentes del hospital San Antonio de Padua, de Río Cuarto, de meses atrás. Y a la marcha de más de 10 mil agentes profesionales de la salud en Córdoba.

En varias ocasiones, se solicitó la inclusión de la comisión especial en la reglamentación de la ley. Y se pidió celeridad en la puesta en vigencia.

La radical María Elisa Caffaratti expresó: “Este es un avance pero no borra la crisis de salud estructural. Fueron 24 años de letra muerta, poliempleo y edificios con falta de personal”.

En el recinto se planteó también la necesidad de reglamentar la ley que regula el ejercicio de la enfermería.

Cambios concretos

El oficialista Francisco Fortuna –presidente provisorio de la Unicameral– indicó: “Siempre estuvimos abiertos a las modificaciones. No debe quedar dudas de que se va a respetar el espíritu de la ley. No se van a violentar los derechos adquiridos”.

Fortuna aclaró que la alta inflación y la pérdida del poder adquisitivo del salario no es un problema exclusivo de Córdoba sino de todo el país. Y puso un ejemplo concreto: “Un agente de salud de 40 horas semanales que recién se inicie, al cambiar de categoría y pasar a la primera, pasará de percibir 270 mil pesos mensuales a 307 mil”.

“Esta ley abre la puerta para que un auxiliar de enfermería o bioquímico, si se capacita, puede acceder a un nivel superior del escalafón y mejorar su salario. El eje del ascenso es la capacitación”, señaló el exministro de Salud de Córdoba.

El proyecto fue aprobado por unanimidad en general.

Los bloques Encuentro Vecinal, Izquierda Unida, MST y Coalición Cívica rechazaron los artículos que crean los subgrupos y los módulos como modalidad de contratación.

 

Fuente: lavoz.com

 

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