Por los paros, la meta de días de clases está un 10% por debajo de lo planeado a esta altura del año en Córdoba

Un relevamiento de la Coalición por la educación indica que provincias como Santa Cruz, Tucumán y La Rioja no alcanzan a cubrir el 50% de las clases. Distinto sucede en provincias como Mendoza, San Luis y Catamarca.

Se cumplen dos meses desde el inicio del calendario escolar en el país. Con paros y asambleas por el pedido de mejoras salariales de parte de los docentes, el comienzo del ciclo lectivo fue dispar en las provincias.

De a poco los colegios comenzaron con el dictado de clases, que para este 2023 el Consejo Federal de Educación estipuló que sea de 190 días como objetivo final.

Aunque, a esta altura del año, parece que esa meta será muy difícil de cumplirse. Así lo resaltó un relevamiento realizado por la Coalición por la Educación, del 30 de abril, sobre la cantidad de días lectivos de cada provincia, donde indicó que solo seis de los distritos nacionales cumplieron con el calendario escolar en las escuelas primarias.

Entre ellas, las provincias que llevan la delantera son: Mendoza, Salta, Jujuy, San Luis y Catamarca.

En tanto, en las provincias de Santa Cruz (con 23 paros), Tucumán y La Rioja solo alcanzan el 50 por ciento del dictado de clases. Y Río Negro alcanza el 52 por ciento, con 14 días de paro.

Por su parte, con cuatro paros con un nivel de acatamiento por encima del 50%, Córdoba lleva 38 días de clases -de 42 planeados, para esta fecha- con un cumplimiento del 90,48 por ciento del número de jornadas con clases.

Se trasladó de Santa Cruz a Buenos Aires para que sus hijos puedan ir a la escuela

En Santa Cruz las marchas y paros docentes son recurrentes desde el 2017. A raíz de esta situación, una de las historias, como de tantas otras familias, que tuvo una gran repercusión fue la de Cristina (45) y sus hijos, que años atrás dejó a su esposo y su casa en Las Heras, Santa Cruz, y se trasladó, junto a sus dos hijos, a Buenos Aires para que puedan recibir clases.

Ella trabajaba en YPF y su marido tenía una empresa de transporte vinculada al sector petrolero. Esa vida que tenían en el sur se destruyó a raíz de la falta de clases.

Y en 2017 cuando uno de sus hijos comenzó la primaria solo tuvo una semana de clases. Ese fue el límite para la familia. Y la decisión fue tan definitiva como difícil: Cristina se instaló en Buenos Aires con sus hijos y su esposo se quedó en Santa Cruz.

“Fue terrible para todos, pero más para mis hijos que eran chiquitos. Tuvimos la posibilidad de irnos para que puedan recibir educación, pero vivimos un duelo terrible, no se lo deseo a nadie, porque la distancia no vuelve a reconstruir el matrimonio”, dijo Cristina en diálogo con TN.

Pero aseguró que no se arrepiente de haber tomado esa decisión para que sus hijos se enfoquen en el estudio. Y expresó su indignación por el drama psicológico y emocional que viven las familias patagónicas por algo que corresponde por ley.

“Estar los tres solos en Buenos Aires fue muy triste y muy difícil. Nos contuvimos un montón y tuve la fortaleza en su momento, pero no sé cómo lo hicimos”, narró.

 

Fuente: lavoz.com

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