Los planes sociales desincentivan la búsqueda de empleo

Un informe de la Bolsa de Comercio de Córdoba dice que los programas contribuyen a contener la pobreza, pero con efectos no deseados en el mercado laboral.

Un estudio elaborado por la Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC) concluye que podría haber una relación entre la entrega de planes sociales y la falta de incentivos para la búsqueda de trabajo.

Además, de acuerdo con el análisis realizado por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la entidad, para quienes están trabajando, los planes fortalecerían la tendencia a mantenerse en la informalidad para conservar la elegibilidad para recibir los beneficios.

El estudio analizó 141 programas sociales, incluido el más importante por su magnitud, la Asignación Universal por Hijo (AUH), que otorga un subsidio mensual por hijo “a hogares en donde el 90 por ciento de los titulares de beneficios no tienen trabajo o están en la informalidad”, según detalla el IIE.

A marzo de 2021, la AUH alcanzaba a poco más de 2,48 millones de titulares de beneficios, en su mayoría mujeres.

Igual desempleo

Además, la entidad observó que las tasas de desempleo de los beneficiarios no son estadísticamente diferentes a las de los no beneficiarios. “Esto implicaría que si un beneficiario de planes sociales buscara trabajo tendría similares chances de no encontrar que un no beneficiario, lo cual sugiere que el incentivo a ‘quedarse en la casa’ vendría por recibir el subsidio y los bajos ingresos esperados por trabajar, más que por las menores chances de encontrar un empleo, si salieran a buscarlo”.

De acuerdo con la investigación del organismo de la Bolsa de Córdoba cordobesa, como consecuencia, las estadísticas “sugieren que las transferencias monetarias estatales reducen en un 17 por ciento las chances de estar empleado”.

Por su parte, como es de esperar, se observa que la informalidad es mayor entre los titulares de beneficios, lo cual se relaciona a que, para muchos planes sociales tal como la AUH, la informalidad es una de las condiciones de elegibilidad para recibir el subsidio.

Por otra parte, la el estudio también observa que, si bien los ingresos individuales totales son bajos, por tratarse de personas de bajo nivel educativo y con débil inserción laboral, estos no difieren entre quienes reciben ayuda del Estado versus quienes no.

“Es decir que ganarían lo mismo quienes no trabajan y reciben ayuda estatal que quienes trabajan y no las reciben”, asegura el IIE.

Otro dato interesante que concluye el estudio es que, si bien en promedio el ingreso total del hogar es menor entre los que reciben subsidios que entre aquellos que no, “la diferencia es tan pequeña que no alcanzaría a cambiar los incentivos a no buscar trabajo y seguir dependiendo de la ayuda estatal”.

Entro otros detalles del estudio se destaca el que dice que las transferencias monetarias como parte de ayudas estatales pasaron de una cobertura menor al 2 por ciento de la población en edad de trabajar (de 15 a 65 años) en 2003, a más del 8 por ciento en primer trimestre de 2021.

En el mismo lapso, los titulares de beneficios en centros urbanos pasó de 250 mil, a más de 1,5 millones.

 

Fuente: lavoz.com

 

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