Los bancos volverían a atender sin turno a fin de mes o a principios de diciembre
Lo analiza el Banco Central, a partir de distintos pedidos empresarios.
Cuando todos los sectores parecen haber retomado una vuelta a la normalidad pre pandemia, en los bancos la atención mantiene el esquema que adoptó en la parte más estricta del aislamiento. Pero ahora, el Banco Central analiza flexibilizar el sistema de turnos y autorizar a las entidades volver a atender al público en las sucursales a la vieja usanza.
La medida acompañaría todas las normas del Poder Ejecutivo respecto a la liberación de aforos en los distintos sectores económicos y podría ver la luz a fin de mes o a comienzos de diciembre.
La atención con turnos divide las aguas entre las entidades, que consideran que se arribó a un sistema “más ordenado”, que permite una mejor experiencia de los clientes en las sucursales bancarias y algunos sectores empresarios, que encuentran en el sistema una capa extra de burocracia para sus trámites.
La semana pasada, las autoridades del organismo se reunieron con representantes de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y las principales asociaciones bancarias del país Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), la Asociación de la Banca Especializada (ABE). El objetivo fue plantear un punto de acuerdo respecto a la atención presencial en las sucursales.
Por un lado, la Cámara Argentina de Comercio le dirigió una nota al presidente del BCRA, Miguel Pesce, reclamó que mientras “la gran mayoría de las actividades económicas están trabajando prácticamente sin restricciones, cumpliendo estrictos protocolos”; no se encuentra “una respuesta acorde por parte de los bancos, lo cual genera trabas y dificultades adicionales que en nada colaboran para acompañar la recuperación que nuestro país necesita”.
Por otro los bancos sostienen que el sistema de turnos vigente le da prioridad a la atención de jubilados y que los clientes, ante algún imprevisto, pueden obtener un turno para ser recibidos en las sucursales en el mismo día.
“Así como en el primer momento de la pandemia se priorizó la salud, con muy buenos resultados, un efecto colateral positivo de esta forma de atención fue el aumento de la seguridad. No se registró ni un solo robo o salidera en este período”, dijo en diálogo con Clarín una fuente bancaria.
El eje de la discusión, dicen en los bancos, está puesto en el manejo del dinero en efectivo. “Tiene que ver con el alto nivel de informalidad de la economía, pero esa es la causa que hay que atacar, no la forma de atención de los bancos”.
La expectativa es que se libere a los clientes bancarios de la obligatoriedad de solicitar un turno antes de ir a una sucursal, pero que muchas entidades puedan mantener esta opción de manera optativa. “Hoy en día el sistema, desde la práctica funciona de esta forma, casi mixta”.
Muchas entidades reforzaron en las últimas semanas la cantidad de turnos diarios disponibles. Por ejemplo, el Banco Provincia con la vuelta a la presencialidad “full” de sus empleados sumó hasta 25.000 turnos diarios en sus sistemas.
Argentina es el único país de la región que mantiene este tipo de “restricción” a la hora de ir al banco. En Uruguay, por ejemplo, al principio del confinamiento hubo cierre temporal de algunas sucursales bancarias, pero ya retomaron su actividad normal.
Si bien se controlaba la temperatura de los clientes en la puerta de las entidades, con el avance de la vacunación en el país vecino solo se controla el acceso para que no se generen aglomeraciones en las ventanillas. No existe en las entidades uruguayas un porcentaje de aforo fijo para la atención al público. Algo similar ocurre en Paraguay, donde los bancos atienden “con normalidad”, por orden de llegada de sus clientes.
En Chile, sí se mantienen los aforos y algunos bancos, como el Banco de Chile y Banco Falabella, tienen un sistema para que los clientes agenden la visita, pero no se restringe a nadie que llega a la sucursal. En tanto, en Brasil las entidades públicas mantienen los horarios reducidos, mientras que las privadas atienden en distintos horarios, pero los clientes no deben sacar turno previamente.