Es la media hermana de Marcelo Moreno, detenido y acusado por abuso sexual. La joven denunció que fue abusada cuando tenía 5 años. La Iglesia Mormona pagó 4,5 millones para tapar la presunta violación cometida por Moreno en perjuicio de una menor de 14.

Este lunes se conoció la impactante noticia que sacudió a todos los medios de Córdoba y llegó a oídos nacionales. El miembro de la Iglesia Mormona detenido y acusado de abusar sexualmente de una niña de 14 años.

A raíz de la difusión de la noticia, otra víctima de Marcelo Moreno, presunto abusador, contó su historia al programa Otra Vuelta de Tuerca, por Radio Universidad.

Su nombre es Ludmila (pidió en la entrevista que sea difundido su nombre) y hoy tiene 22 años, pero los abusos se remontan al año 2005, cuando ella tenía apenas 5. Moreno es nada menos que su medio hermano, al tener padre y apellido en común.

De hecho, ella cuenta que su papá es mormón y fue quien mandó a Marcelo a la Iglesia desde chico.

Su denuncia

“Fue en el año 2005, él vivía en mi casa. Yo tenía 5 años. A la siesta cuando ellos (los padres) dormían él abusaba de mí todas las tardes, hasta que un día pude contarle a mis papás lo que estaba pasando porque yo no podía dormir a la noche”, comienza su crudo testimonio.

Con toda la valentía a cuestas, con solo 5 años, Ludmila le contó el aberrante hecho a sus papás. En ese momento, cuenta que su padre decidió echar a Marcelo de la casa y desde ese momento no lo vieron por varios años.

Sin embargo, luego de un tiempo, el papá de la víctima “perdonó a Marcelo Moreno” y lo volvió a llevar a su casa: perdonó a su hijo que haya abusado sexualmente de su hija, según ella relató.

“Como yo era menor mi palabra no valía. Cumplí 18 años y le dije a mi papá que no lo quería ver más”, afirmó Ludmila quien confirmó que ahora hará las presentaciones legales correspondientes.

Perdonar al abusador

Increíblemente, Ludmila aseguró que cuando fue a contar lo sucedido a la Iglesia Mormona le dijeron que tenía que perdonar a Moreno:

“En la Iglesia me decían que lo perdonara a él, que era chico, que tenía una vida por delante e iba a cambiar”

“Aunque sea religioso sé que esas personas nunca cambian”, expresó la víctima.

Es por ese motivo que, luego de cumplir 18 años, decidió dejar la Iglesia. “Sentía odio, mucha bronca porque siendo una Iglesia se supone que tendrían que ayudar a las personas que pasan por eso y no las personas que lo hicieron”, señaló.

Por otro lado, aseguró que se sorprendió de que la Iglesia haya pagado para ocultar el hecho del abuso en 2017: “Nunca pensé que la Iglesia Mormona iba a pagar eso para hacerlos callar”.

“Me da bronca que haya quedado suelto y le haya pasado eso a las chicas, me siento culpable de no haber hecho nada”, culminó tras su extenso relato.

 

Fuente: cba24n