Córdoba: estuvo cuatro días preso por robar un pan casero
Fue detenido en medio de un operativo policial en Saldán.
os gritos de la mujer alertaron a los policías que patrullaban por las calles de Saldán. “¡Se fue por allá!”, les señaló ella a los uniformados, que aceleraron y pronto lograron atrapar al sospechoso en la esquina de Ricardo Rojas y Aguaribay, barrio San Fernando, de esa localidad del Gran Córdoba.
Los dos policías rodearon al joven, lo esposaron y lo dejaron sentado en la parte trasera del patrullero. Y, al botín recuperado, lo pusieron en el capot del patrullero para sacarle una foto y dejar constancia de todo el operativo policial.
A simple vista, no lo habían podido recuperar entero, sino que le faltaba una parte. Al parecer, el sospechoso ya había empezado a comer el pan casero.
Tal como manda el protocolo, todo el operativo fue girado a la Unidad Fiscal de Atención Inmediata (Ufai), que funciona en Tribunales 2. Hasta allí los policías llevaron al detenido y, además, el pan casero secuestrado.
Según el acta que se labró, alrededor de las 15 de ese viernes, el sospechoso, identificado como I.E.V. (27), había abierto a la puerta de una vivienda de calle Ricardo Rojas al 9900, de Saldán, para tomar de la mesa uno de los panes caseros que la dueña estaba preparando para vender en la vereda. Luego, salió corriendo, hasta que fue cercado y atrapado por los policías.
I.E.V. quedó detenido cuatro días, ya que fue necesario esperar su planilla prontuarial porque registraba una condena que cumplió en 2017 por un robo, además de otros dos antecedentes en investigaciones por un robo y una resistencia a la autoridad.
Por el robo del pan casero, fue imputado por hurto simple y por violación de domicilio.
El martes pasado, cuando llegó la planilla prontuarial, se ordenó su libertad, según apuntaron las fuentes judiciales consultadas.
Consultados al respecto de este caso, abogados penalistas remarcaron que en términos generales un episodio de este tipo podría enmarcarse en un “hurto famélico”: cuando alguien sustrae un producto de primera necesidad sin emplear violencia de ningún tipo y con el sólo objetivo de satisfacer sus necesidades personales o familiares del momento.
Cuando se aplica esta figura, se entiende que la persona tuvo una justificación para delinquir (el estado de necesidad), por lo que la causa en su contra se discontinúa.
Fuente: lavoz.com.ar