Massa y Rubinstein trabajan en una iniciativa y se ilusionan con una inflación del 3% mensual. Falta el acuerdo con los sindicatos y las empresas. Fernández hablará este viernes en el Coloquio de Idea.

El Gobierno de Alberto Fernández analiza impulsar desde noviembre un plan de estabilización para intentar frenar la inercia inflacionaria, que desde hace tres meses viene a un ritmo del 7% mensual, después de que –al calor de una monumental emisión monetaria- no surtieran efecto inmediato las medidas macroeconómicas anunciadas hasta ahora por Sergio Massa.

Este viernes a las 16 se conocerá el dato del Indec.

El Gobierno evalúa un plan para que la inflación mensual caiga a la mitad en 4 meses

La información de un eventual plan para anclar la economía fue filtrada por el propio Gobierno, sin mucho detalle. Por ahora hubo contactos informales con algunos empresarios que dialogan habitualmente con Massa. Pero la iniciativa no ha sido formalizada. En los despachos oficiales hay tanteos y muchas dudas sobre una aplicación efectiva.

El ideólogo es Gabriel Rubinstein, secretario de Política Económica. Pero el economista no quiere que se defina lo que está en evaluación como “plan de estabilización”, dado que no contempla medidas de shock como las que suele proponer la ortodoxia para cortar una hemorragia que para el Ejecutivo viene siendo imparable.

La estrategia podría contemplar, según los datos que salieron de despachos oficiales, un congelamiento de precios de las mil empresas productoras de alimentos, bebidas y artículos de consumo masivo –con severas multas para quien no lo cumpla-, también de salarios (con un aumento previo, de arranque), y del tipo de cambio y de las tarifas por noviembre, diciembre, enero y febrero. También podría haber medidas del orden fiscal, para suprimir el déficit por esos meses.

Este viernes a las 16:00 se conocerá la inflación de septiembre. Ese mismo día, a la noche, el presidente Alberto Fernández cerrará el 58° Coloquio IDEA en Mar del Plata. Allí, el mandatario hará un pedido a los hombres y mujeres de negocios para alcanzar acuerdos que permitan desindexar el costo de vida.

Faltan dos semanas para noviembre y el Gobierno aún no ha encarado la faceta más compleja para poder aplicar un plan antiinflacionario: lograr que sindicalistas y empresarios se pongan de acuerdo para ver quién cede un poco más. Aunque, en realidad, el salario real está hoy en el nivel más bajo en 15 años y, según el Gobierno, las grandes empresas tienen los márgenes más altos en lo que va de este siglo.

Fernández les hablará este viernes a los empresarios de sus márgenes de rentabilidad. Días atrás, Rubinstein expuso en el Congreso para explicar el Presupuesto 2023 y puso el ojo allí. “Atacando inercia inflacionaria y procurando una razonable caída de márgenes empresariales (a niveles de hace cinco años), podremos lograr que la inflación real se acerque a la teórica (del 40% anual o 3% mensual), ligada al impulso monetario de origen fiscal”, dijo.

La inflación había sido del 7% en agosto; 7,4% en julio; y 5,3% en junio. Las consultoras económicas privadas esperaban en principio para septiembre que la suba generalizada de precios se ubicara por debajo del 6,5%, pero a fin de mes, proyectaron entre 6,7% y 6,9%. El Gobierno, que conocerá el dato hoy, tiene esperanzas de que sea más bajo. A la Dirección de Estadística porteña le dio 5,6%.

En medio de los cambios en el Gabinete que contempló el liderazgo del ministerio de Trabajo y la discusión interna por la inflación en el Frente de Todos, los gremios salieron a advertir en las últimas horas que los precios están lejos de enfriarse y subieron 6,9% en septiembre, acelerándose en 0,5 puntos porcentuales respecto de agosto”, según el informe realizado por el Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET).

Por ahora, el plan de Rubinstein son trascendidos oficiales que no terminan de salir del viejo y conocido off the récord con el que se manejan mayoritariamente los funcionarios. Pero al margen de que por ahora se habla de una “evaluación”, hay quienes señalan que el Gobierno está decidido a impulsarlo porque las medidas macro no están impactando en la inflación.

Inflación: el mensaje del Fondo

En ese marco, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, envió un mensaje directo al corazón de la gestión Fernández. Aunque en el Gobierno aseguran que la idea de un “plan de shock” fue acordada ya entre Massa y la funcionaria internacional cuando se reunieron el 12 de septiembre en Washington.

“Nuestro compromiso es con el pueblo de Argentina. Y lo que espera el pueblo de Argentina es que su gobierno se tome en serio la necesidad de reducir la inflación para proporcionar una plataforma para acelerar el crecimiento, y eso es lo que apoyamos con nuestro programa”, afirmó este jueves Georgieva en una conferencia de prensa.

En paralelo, Georgieva abrió la puerta a cambiar las condiciones del acuerdo de refinanciación de la deuda de 44.500 millones de dólares con la Argentina. No obstante, advirtió que de ninguna manera el Fondo será “flexible” con el país si se piensan que estos cambios pueden ir en contra de los intereses de los argentinos, como por ejemplo con una meta más grande de déficit fiscal.

El principal objetivo del FMI, según Georgieva, es que la Argentina pueda de una vez por todas “anclar” su economía, para reducir la inflación y estabilizar el mercado cambiario. Esa es la base para que el país pueda volver más temprano que tarde al mercado internacional de deuda para financiarse y así poder pagarle realmente la deuda al Fondo a partir de 2024.

“Nunca consideramos que el programa está escrito en piedra, las condiciones han cambiado significativamente. Pero no seremos flexibles contra los intereses de los argentinos”, dijo Georgieva. Y admitió que existen “presiones” por parte de la sociedad argentina para ir en contra de una reducción del gasto público, que es lo que reclama el Fondo para continuar con los desembolsos millonarios que contempla el programa.

La directora gerente del Fondo dijo que a los integrantes del directorio del organismo multilateral les “agrada ver” que Massa “se toma muy en serio su responsabilidad”. Según Georgieva, el ministro de Economía “se ha comprometido con su equipo a cumplir lo que hemos acordado” en el programa con el Fondo. “Y se ha demostrado que el compromiso está ahí porque hemos sido capaces de llevar a cabo con éxito la segunda revisión”, enfatizó.

El personal técnico del Fondo y las autoridades argentinas acordaron que los objetivos establecidos en la aprobación del acuerdo “permanecerán sin cambios” hasta 2023, incluidos los relacionados con el déficit fiscal primario (2,5 % del PIB en 2022) y las reservas internacionales netas (5.800 millones de dólares para este año).

 

Fuente: lavoz.com