Caso Susana Montoya: para la fiscalía, la codicia fue el motivo del crimen

El fiscal Juan Pablo Klinger dijo que la investigación fue compleja y se sustenta en más de 17 cámaras que vinculan a Fernando Albareda con el homicidio de su madre.

El fiscal Juan Pablo Klinger firmó la prisión preventiva contra Fernando Albareda, el militante de los derechos humanos en Córdoba, acusado de asesinar a su madre, Susana Beatriz Montoya, una jubilada de 74 años.

El crimen ocurrió el 1 de agosto en la casa de la víctima, en barrio Ampliación Poeta Lugones.

Según Klinger, la investigación fue compleja y se sustenta en más de 17 cámaras de seguridad que vinculan a Albareda con el hecho.

“La hipótesis que sostiene la fiscalía es que la codicia fue el móvil”, afirmó el fiscal. Se alega que Albareda quería obtener una mayor parte de una indemnización de $76 millones que el Gobierno de Córdoba debía pagar a su familia por una cuestionada reparación histórica.

“Este crimen ocurrió el 1 de agosto y ordenamos la detención el 8 de agosto”, explicó Klinger, subrayando la importancia de esclarecer el caso rápidamente debido a su gravedad.

La investigación también reveló que Albareda intentó alterar la escena del crimen, sugiriendo inicialmente que se trataba de un ataque de grupos de tareas vinculados a la dictadura.

“Esa noche, el ambiente era tremendamente espeso. Fue un crimen atroz y por su alteración, no se avizoraba lo que sostenemos ahora”, señaló.

“Albareda intento construir una farsa que involucraba a muchísima gente que, con buenas intenciones y persiguiendo una causa justa, estaba reclamando por este crimen que él presentaba, materializado por un grupo de tareas relacionado con aquellos que actuaban en 1979, que habría concretado la tortura, muerte y desaparición de su padre. Por eso era tan importante poder reconstruir lo que había pasado en el tiempo más rápido posible”, detalló.

La autopsia de Montoya fue crucial para determinar las causas de su muerte: traumatismo de cráneo y asfixia.

La investigación se orientó hacia Albareda tras la declaración de su esposa, quien mencionó que él había salido de casa en el momento del crimen, contradiciendo su propia versión.